2025-07-14 06:15:00
Coita, Chiapas.— Un menor de edad que manejaba una camioneta estuvo a punto de causar un accidente que pudo **haber costado** la vida de los comensales de un restaurante. El pequeño **aceleró la unidad** y acabó metiéndola dentro de un sitio de comida económica, ubicado a escasos metros del crucero Llano San Juan. Este incidente ocurrió el pasado domingo, cuando un grupo de personas estaba degustando sus alimentos en este establecimiento, situado sobre la carretera que va de esta ciudad hacia Tuxtla Gutiérrez, justo al lado del desvío hacia el antiguo aeropuerto.
Según los testimonios, un menor de aproximadamente **entre 10 y 12 años**, subió a la camioneta y comenzó a acelerar. La furgoneta avanzó de manera peligrosa, impactando contra un **poste del local** y golpeando una de las mesas que estaban dentro del restaurante. Este momento dejó a los comensales en un estado de **tensión y miedo**, ya que estuvieron a nada de ser embestidos por el vehículo descontrolado. Una familia que se encontraba justo en la mesa de al lado relató su experiencia, subrayando la cercanía del peligro en el que se hallaron.
Los testigos del evento mencionaron que se sintieron **afortunados de no haber** sufrido consecuencias mayores, dado que la camioneta pudo haber causado daños severos o incluso lesiones a varias personas. Después del impacto, se observó al padre del menor simplemente retroceder la camioneta y abandonar el lugar con el niño, dejando a todos los presentes en **una mezcla de sorpresa y preocupación**. Esta conducta generó cuestionamientos sobre la responsabilidad de los adultos ante situaciones potencialmente peligrosas que involucran a menores.
Los hechos como este resaltan la **importancia de la seguridad vial** y la educación en el uso responsable de vehículos. Si bien los menores pueden no ser conscientes del verdadero riesgo que representa conducir, es fundamental que los adultos se aseguren de que tales acciones no se lleven a cabo. La educación sobre el manejo, aunque sea a un nivel básico, debe ser impartida no solo a los jóvenes, sino a toda la comunidad. Esto puede ayudar a evitar accidentes futuros que pueden resultar en consecuencias **trágicas e irreparables**.
Por otro lado, este incidente también pone de relieve la necesidad de medidas más estrictas sobre la **supervisión de los menores** en situaciones donde hay acceso a vehículos. Las familias deben entender que la seguridad de sus hijos y de los demás es una prioridad, y que acciones irresponsables pueden tener repercusiones muy graves. Además, sería recomendable que las autoridades locales revisen las regulaciones sobre el uso de vehículos en áreas residenciales y cerca de espacios públicos, especialmente donde se congrega un número considerable de personas.
Finalmente, este evento debe servir como un **llamado de atención** para todos. La vida de las personas, y en especial la de los más vulnerables, debe ser protegida en todo momento. Continuar el diálogo sobre la seguridad vial, la responsabilidad y la educación en el uso de vehículos es fundamental para garantizar que incidentes como este no vuelvan a ocurrir. La comunidad de Coita debe unirse para crear un ambiente más seguro para todos, donde los niños sean educados en el respeto a las normas y el entendimiento de las **consecuencias** de sus acciones.
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